Aún en los "pequeños" detalles la Sábana es sorprendente y fascinante.
En Septiembre de 2008 Mario Latendresse llamaba la atención en un brevísimo pero muy interesante artículo, "Why would a forger be so precise? The four circle blood marks on the back of the man of the Shroud", http://www.sindonology.org/papers/bloodMarksButts.shtml , sobre las marcas de sangre y los cuatro círculos de suero de los que yo tomaba y mostraba las fotografías, enmarcando los círculos, en un reciente post , "La teoría del desmayo (3), y de las que un estimado lector se interesaba por su localización. La fotografía del artículo de Latendresse procedía de las tomadas por Barrie Schwortz (STURP) en 1978.
Muestro ahora su localización sobre la Sábana completa, enmarcándolas en un rectángulo, así también el cómo se presentan en las fotografías de Secondo Pía (1898), Giuseppe Enrie (1931), Barrie Schwortz (1978) y Giancarlo Durante (2002).
Muy diferentes de las marcas y heridas producto de la flagelación, las marcas a las que hacemos referencia se muestran como coágulos que se han "calcado" en la Sábana, la fibrina de esos coágulos se ha retraído "exprimiéndolos" y exudando el suero o plasma que se ha extendido por capilaridad en el tejido y alrededor de los coágulos formando esos nítidos y bien definidos círculos indicando que no había una dirección privilegiada, esto es, que el cuerpo estaba en posición horizontal, tumbado.
Mario Latendresse estima que las heridas son debidas a clavos o espinas colocadas en el madero con la malsana intención de agravar el sufrimiento del Crucificado, no soy de esa opinión y creo más probable que puedan estar relacionadas con la presencia de un sedile, pequeña pieza de madera sujeta sobre el madero vertical que a modo de pequeño asiento o bien entre las piernas podía facilitar apoyo al crucificado y hacer más efectivos los movimientos respiratorios prolongando el tormento. Las esquinas de un sedile que no cumpliera su función de apoyo por la falta de fuerzas en el crucificado para mantenerse sobre él creo que podrían justificar esas lesiones casi simétricas al "clavarse" sobre la piel....
Las manchas de sangre y halos de suero se disuelven sin dejar ningún residuo por la acción de las proteasas, y debajo de ellas no hay imagen ( las zonas de imagen no se afectan, no se "disuelven" por la acción de las proteasas), indicando que esas manchas se produjeron antes de que la imagen se formara y que impidieron la formación de imagen sobre el tejido que ellas "manchaban".
Si hasta ahora los intentos de reproducir la imagen han sido fracasos estrepitosos, cosa lógica desconociendo el mecanismo de formación de la imagen, la reproducción de las manchas de sangre sobre la imagen ni siquiera se ha intentado, porque están condenados sus intentos al mismo estrepitoso fracaso pese a que conozcamos bien en este caso los mecanismos de formación.
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