jueves, abril 06, 2006
El profesor Henri Broch
Henri Broch es profesor de la Universidad de Nice-Sophia Antipolis, director del Laboratorio de Zététique, miembro de la Academia de Ciencias de Nueva York, miembro del CSICOP americano que le otorgó en 1990 el premio Distinguished Skeptic Award , etc,etc...
Pero ante todo y sobre todo, Henri Broch es una gran falsario.
Falsea, miente, oculta y manipula la información sobre la Sábana Santa.
La foto superior se muestra en Internet con el siguiente pié:
"Henri Broch et un "suaire" de sa fabrication (parmi de nombreux autres !) qui possède toutes les caractéristiques du "Saint Suaire de Turin"
o sea, traducido:
"Henri Broch y un "sudario" de su fabricación ( entre otros muchos) que posee todas las características del "Santo Sudario de Turín".
¿Miopía ocular ó miopía mental?.
Este señor y sus farsantes seguidores ¿es posible que confundieran el "Guernica" de Picasso con "Las meninas" de Velazquez?......
La foto inferior, de una gran resolución, muestra lo que Broch dice haber reproducido, el fragmento de la Sábana Santa que corresponde al rostro ( la Sábana tiene 442 cm por 113 cm y muestra a tamaño natural la imagen frontal y dorsal de un cuerpo humano que muestra signos de haber sido sometido a intenso suplicio y luego crucificado).
El trabajo de Broch y seguidores dice basarse en el trabajo de Walter McCrone y aplica óxido de hierro como pigmento mezclado con gelatina como medio de fijar el pigmento al tejido, con unos pésimos resultados en sus mini-experimentos a nivel fragmentario ( nunca han realizado una Sábana completa que magnificaría el desastre) ya a nivel macroscópico como se muestra en la foto y que nunca se someten al estudio microscópico.
Este señor, Broch, sí sabe lo que hace, por ello es un falsario.
Es posible, así quisiera creerlo, que la mayor parte del "coro" de seguidores ignore, desconozca, que ese esperpéntico proceder no tiene nada que ver con el trabajo de Walter MacCrone, pese a que los falsarios digan lo contrario.
Se basan los falsarios en la supuesta ignorancia del ciudadano medio que generalmente no ha leído, y muchísimo menos ha estudiado, el referido trabajo. Puede ahora hacerlo, traducido al español y desde un portal escéptico:
http://www.geocities.com/escepticoscolombia/articulos/milagros/mccrone/mccrone.html?20062
No es por ello de extrañar que el propio Walter McCrone desautorizara esas experiencias y de manera expresa y textual al profesor Henri Broch:
http://digital.el-esceptico.org/numero.php?anno=2000&numero=61#408
En lo que yo conozco, es lo último que McCrone escribió en referencia a la Sábana Santa, y con posterioridad a su libro.
Aunque publicado (¡cómo no hacerlo!) en el Volumen 24 nº 5 (Septiembre/Octubre 2000) de la revista Skeptical Inquirer (páginas 67 y 68), y recogido y traducido en El Escéptico Digital número 61, año 2000, los "escépticos organizados" lo ignoran de manera absoluta y sistemática.
Veamos lo que dice McCrone en su trabajo (Accounts of Chemical Research 1990, 23, 77-83) :
"Para el ojo desnudo, la imagen del Sudario es amarilla en la mayoría de las áreas con imagen corporal pero es roja en las áreas con imágenes de sangre .
Microscópicamente, la imagen consiste de fibras amarillas y partículas rojas; las partículas rojas son más abundantes en las imágenes rojas de sangre, y las fibras amarillas son la principal sustancia coloreada en la imagen corporal.
Una revisión microscópica cuidadosa de las 22 cintas de área con imagen y de las 10 cintas de área sin imagen, muestra sin excepción pequeñas partículas rojas en las áreas con imagen corporal o con imagen de sangre, pero no ninguna partícula roja en las fibras provenientes de áreas sin imagen.
Son totalmente evidentes como incrustaciones rojas fácilmente visibles en la mayoría de las áreas con imagen de sangre, pero se encuentran como partículas rojas, dispersadas más ampliamente en las áreas con imagen corporal. Las partículas rojas requieren una cuidadosa microscopía de luz visible y alta magnificación (600-1000X) para poderlas ver e identificar.
También se examinó cuidadosamente un grupo representativo de 12 de las 32 cintas, para determinar la presencia de fibras amarillas, y se hicieron conteos de fibras coloreadas amarillas contra fibras sin color.
Los resultados se basaron en un conteo total de más de 8000 fibras en cintas obtenidas de áreas con y sin imagen. Hay de un 10 a un 20% (promedio, 19%) de fibras amarillas en las áreas sin imagen y de un 29 a un 72% (promedio, 46%) de fibras amarillas en las áreas con imagen.
Se pueden encontrar detalles de estos estudios en las referencias 2-5 (se pueden obtener reimpresiones de los artículos con el autor). Lo significativo de esta decoloración de las fibras de la imagen, está en que sugiere que la imagen fue aplicada como una suspensión líquida de partículas rojas, o en otras palabras, como una pintura.
Los medios de pintura y los barnices comúnmente se vuelven amarillos con el tiempo."
MacCrone está diciendo que, prescindiendo de las manchas de sangre, tanto la imagen corporal (frontal y dorsal) como el resto de la sábana (que no tiene imagen) , son del mismo color amarillo, monocroma, con la diferencia de que:
1.- donde no hay imagen corporal existen menos fibras amarillas (10 a 20%) . No hay partículas rojas.
2.- donde sí hay imagen corporal existen más fibras amarillas ( 29 a 72%), "las fibras amarillas son la principal sustancia coloreada en la imagen corporal". Sí hay partículas rojas pero dispersadas ampliamente.
3.- el que existan partículas rojas dispersadas en las áreas amarillas de la imagen corporal sugiere a McCrone que se haya aplicado una suspensión líquida o pintura.
4.- pero como toda la Sábana es del mismo color ( sólo hay variaciones del número de fibras coloreadas), tanto donde no hay partículas rojas dispersas como donde las hay ( "las fibras amarillas son la principal sustancia coloreada en la imagen corporal"), McCrone tiene que imputar el color amarillo al medio, la gelatina en este caso ( "Los medios de pintura y los barnices comúnmente se vuelven amarillos con el tiempo").
Desde hace muchos años, cada cierto tiempo los falsarios nos regalan artículo con títulos anunciando la demostración ¡ finalmente! de la falsedad de la Sábana, sirva como ejemplo el último de The Skeptical Shroud of Turin Website, que edita el falsario Steven Schafersman :
NEW! A French magazine said on June 21, 2005, it has carried out experiments that proves the Shroud of Turin is a fake. • Finally! Someone recreated the Shroud using medieval methods.
Siempre es el mismo ¡finalmente! y siempre es la misma mentira, en este caso la recreación, mediante la técnica del bajo-relieve, llevada a cabo por el falsario Paul-Éric Blanrue , que no duda en hablar en algún artículo de " les traces d'oxyde de fer" ( rastros de óxido de hierro) pero que muestra, en su recreación exacta, el pigmento (óxido de hierro) más bien en forma de auténticas piedras a juzgar por la fotografía.
MacCrone siempre mantuvo que la imagen fue pintada directamente sobre la Sábana por un desconocido artista : Pintó directamente en el lienzo para representar los puntos de contacto corporal (frente, puente de la nariz, pómulos, bigote, barba, etc., sobre todo el cuerpo, el frente y la espalda.( The artist painted directly on the cloth to image the body-contact points (forehead, bridge of the nose, cheekbones, mustache, beard, over the entire body, front, and back).
Y reitera en el año 2000, en su carta al Skeptical Inquirer : "dejando como única alternativa convencional el empleo del pincel; sólo así se puede obtener una imagen con todas las características físicas microscópicas observadas en la "Sábana".
1.- " los pigmentos en las imágenes sobre la Sábana de Turín se encuentran bien dispersos por todas las fibras de lino, casi en su totalidad como agregados de entre 1 a 5 partículas individuales de tamaño inferior a una micra; por contra, en las imágenes obtenidas por frotamiento de un bajo relieve, el pigmento se dispersa en agregados de entre 100 a 1000 (o más) partículas individuales ".
2.- "dejando como única alternativa convencional el empleo del pincel; sólo así se puede obtener una imagen con todas las características físicas microscópicas observadas en la Sábana".
Así que en el supuesto (improbable) de que el óxido de hierro (ocre rojo) hubiera participado en la formación de la imagen, tendría que haber proporcionado a las fibrillas del lino exactamente el mismo tono de color amarillo en la imagen que el proporcionado por la aplicación del medio, la gelatina sin pigmento, en la muy extensa zona carente de imagen.
¡Y en este punto la contradicción es absoluta! ¿Cómo añadir pigmento al medio (la gelatina) sin modificar el valor del tono amarillo que ya le iba a proporcionar el propio medio?.
No hay diferencias en el valor del tono de las fibrillas en las zonas más claras o más oscuras de la imagen, sino mayor o menor cantidad de fibrillas coloreadas del mismo tono por unidad de superficie, como bien indica McCrone.
No hay diferencias en el valor del tono de las fibrillas en las zonas carentes de imagen y en las zonas con imagen, sino mayor o menor cantidad de fibrillas coloreadas del mismo tono por unidad de superficie, como, otra vez bien, bien indica McCrone.
Los falsarios Broch, Blanrue y Nickell realizan sus fragmentarios experimentos ignorando el papel que según McCrone juegan el pigmento y el medio (la gelatina) en el aporte del color ( tendrían que esperar no sabemos cuántos años para observar si el medio había dado color amarillo al lino y en qué intensidad), y utilizan proporciones astronómicas de óxido de hierro para impregnar el lienzo, lo que no teniendo nada que ver con la Sábana Santa provocó en su día ( año 2000) la protesta por escrito del propio Walter McCrone :
"pero los pigmentos en las imágenes sobre la Sábana de Turín se encuentran bien dispersos por todas las fibras de lino, casi en su totalidad como agregados de entre 1 a 5 partículas individuales de tamaño inferior a una micra; por contra, en las imágenes obtenidas por frotamiento de un bajo relieve, el pigmento se dispersa en agregados de entre 100 a 1000 (o más) partículas individuales".
Aunque a nivel microscópico los resultados de Broch choquen con los de McCrone, creo que son de todos modos un gran avance, y muy plausible, en la explicación de cómo ha podido pintarse la sábana. Seguramente no deba descartarse el método, sino perfeccionarlo. Creo que el resultado es demasiado parecido como para descartarlo sin probar variaciones que puedan acercar a las observaciones de McCrone.
ResponderEliminarUn blog interesante, el suyo. Para tener en cuenta. Lo leeré completo estos días. Aunque no entiendo muy bien sus objetivos, ¿defender el origen milagroso de la síndone? Si acepta los estudios de McCrone para criticar a Broch está dinamitando su autenticidad. ¿Señalar la supuesta chapuza de los escépticos al investigar la sábana? Me parece discutible, ya que las fuentes de crítica usadas en este artículo son también escépticas y no han tenido reparos en publicarlas, lo que más bien es señal de saludable crítica al propio trabajo.
Un saludo,
Por mucho que el método se perfeccione jamás podrá reproducir la Sábana Santa puesto que la génesis del color no radica en un pigmento inorgánico como el óxido de hierro, sino en la formación de grupos carbonilo de doble enlace que son los que actúan como pigmento orgánico..
ResponderEliminarLa chapuza de Broch tenía "casi por fuerza" que hacer hablar a McCrone. Era un destacado miembro escéptico y su carta al director de Skeptical Inquirer era de obligada publicación, aunque luego no se haya difundido. No se encontrará en ningún sitio, fuera del link que proporciono, ni siquiera como vaga referencia, por lo que el que sea " señal de saludable crítica al propio trabajo" es, cuanto menos, discutible.
Hay que tener en cuenta que los 3 grandes dogmas de fe escépticos en que apoyan la falsedad de la Sábana son:
1.- La datación del C14
2.- El Memorandum D`Arcis
3.- El trabajo de Walter McCrone
Y es que Broch (como Blanrue, Nickell, etc) dice apoyarse en el trabajo de McCrone y las cantidades de pigmento que utiliza son incompatibles con ese trabajo.¿Además, dónde está el color del resto del lienzo no ocupado por el rostro, que debiera ser al igual que la imagen de color amarillo sepia y que no puede contener pigmento según McCrone?. En ningún sitio.
Así que se dinamitan entre ellos mismos, pues la autenticidad de la sábana se basa, entre otras cosas, en que la imagen no se debe a pigmentos "pictóricos".
No se puede tener la desfachatez de presentar ese tipo de prueba falsificatoria indicando su identidad con la Sábana de Turín.
Los falsarios no se dan por enterados ( conociéndolo perfectamente) que "lo del pigmento" es un camino acabado al conocerse de manera cierta a qué es debido el color de la Sábana y el color de la imagen, pero esto tampoco lo mencionan nunca, y los autoproclamados escépticos haciendo gala del "no uso" de la razón crítica parecen incapaces de buscar y de pensar por cuenta propia.
Mis críticas irán más allá de falsarios y escépticos, hasta intentar entender el "silencio de los corderos", bastante más intrigante, por lo sutil, que la burda y grosera manipulación de falsarios y escépticos*.
Pretendo suministrar información veraz y que pueda ser cotejada, en tanto sea posible, por el lector que lo desee. De todo ello que cada uno, si puede y quiere, extraiga sus propias conclusiones.
Un cordial saludo.
* cuando hablo de escépticos me refiero a las organizaciones escépticas, no al individuo, entre los que me incluyo, que utiliza la duda permanente y el juicio crítico como método de acercamiento a la verdad, siempre inalcanzable.