martes, diciembre 04, 2018

Sodoma y Gomorra ó Cuando la leyenda se torna en realidad






- “Hallan pruebas de un meteorito en el Mar Muerto que explicarían un pasaje de la Biblia” transcribo el artículo aparecido en la prensa nacional hace un par de días.

“La onda de calor desatada por una explosión en el cielo destruyó ciudades y asentamientos agrícolas al norte del Mar Muerto hace unos 3.700 años, según sugieren resultados preliminares. 

Esto podría ser la explicación el pasaje del libro del Génesis en el que Yahvé hizo caer una tempestad de fuego y azufre sobre Sodoma y Gomorra como castigo por las perversiones de sus habitantes, según explican en IFL Science. 

La datación por radiocarbono y los minerales desenterrados que cristalizaron instantáneamente a altas temperaturas indican que una explosión masiva causada por un meteoro que explotó en la atmósfera destruyó instantáneamente la civilización en una llanura circular de 25 kilómetros de ancho llamada Middle Ghor, según dice el arqueólogo Phillip Silvia, citado por Science News. 

Sus evidencias acreditan que el evento también empujó una salmuera burbujeante de sales del Mar Muerto sobre tierras de cultivo antes fértiles.

La gente no regresó a la región durante 600 a 700 años, dijo Silvia, de la Trinity Southwest University en Albuquerque. 

Informó de estos hallazgos en la reunión anual de la American Schools of Oriental Research. 

Las excavaciones en cinco grandes sitios de Middle Ghor, en lo que hoy es Jordania, indican que todos fueron ocupados continuamente durante al menos 2.500 años hasta un repentino colapso colectivo hacia el final de la Edad de Bronce. 

Los estudios de terreno han localizado 120 asentamientos más pequeños en la región que los investigadores sospechan que también estuvieron expuestos a calor y viento extremos que provocan colapsos. 

Se estima que entre 40.000 y 65.000 personas habitaban Middle Ghor cuando ocurrió la calamidad cósmica, según indica Silvia. La evidencia más completa de la destrucción causada por una explosión de meteoros de baja altitud proviene de la ciudad de Tall el-Hammam, en la Edad de Bronce, donde un equipo que incluye a Silvia ha estado excavando durante los últimos 13 años. 

La datación por radiocarbono indica que las paredes de adobe de casi todas las estructuras desaparecieron repentinamente hace unos 3.700 años, dejando solo cimientos de piedra. Además, las capas externas de muchas piezas de cerámica del mismo período muestran signos de haberse fundido en vidrio. 

Silvia dijo que los cristales de circón en esas capas vítreas se formaron en un segundo a temperaturas extremadamente altas, tal vez tanto como la superficie del sol. 

Los vientos de gran fuerza creaban pequeños granos minerales esféricos que aparentemente llovían en Tall el-Hammam. El equipo de investigación ha identificado estos fragmentos minúsculos de roca en fragmentos de cerámica en el sitio.”

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“Sodoma” .Wikipedia. 

Transcribo el contenido de los apartados que he considerado más idóneos en relación a la noticia anterior. 
Estoy plenamente de acuerdo con la totalidad del contenido del artículo.

“Sodoma era una ciudad que, según el Antiguo Testamento de la Biblia, fue destruida junto a Gomorra. Se la describe como una de las ciudades que formaron parte de la Pentápolis bíblica, situada a orillas del mar Muerto. 

Sodoma y Gomorra estaban situadas muy cerca una de la otra, en una llanura. 

Próximo a ellas se encontraba un valle, llamado Valle de Sidim, en el que abundaban los pozos de asfalto, cercano al mar Salado (mar Muerto). También próximas a estas ciudades se encontraban Adma, Zoar y Zeboim.

El rey de Sodoma era Bera (Génesis) y el de Gomorra era Birsha. 

En aquellos tiempos en que Lot se había establecido, habían sostenido una guerra con los reinos de Elam, Sinar, Elazar, y Goim, siendo estos los vencedores.
Lot y su gente fueron hechos prisioneros por los vencedores y llevados a Dan. 

En este lugar Abraham y sus aliados rescataron a Lot, sus bienes, y su gente (Génesis). Lot regresó a Sodoma, pero para aquel tiempo, Sodoma ya tenía fama de ciudad de gente perversa.

Según el relato de la Biblia en el capítulo 18 del Génesis (Génesis), Dios reveló a Abraham que destruiría Sodoma por medio de fuego y azufre, porque su pecado era muy grave e irreversible, y solo Lot y su familia podrían ser salvados. 
Abraham intercedió por los justos de la ciudad, y Dios le repuso que no la destruiría si, al menos, encontraba cincuenta justos en la ciudad. Dios, sin embargo, permitió a Abraham interceder hasta que se convenciera de que en Sodoma no había ni diez justos.

Según continúa el capítulo 19, en los versículos 1 a 38 (Génesis), dos ángeles de Dios entraron en Sodoma a rescatar a Lot, sobrino de Abraham; los ángeles eran de hermosa apariencia y llamaron la atención de los habitantes. 
Al verlos, Lot los invitó e insistió en que pasaran la noche en su casa. Pero antes de que se acostasen, los sodomitas cercaron la casa y exigieron que les entregase a sus invitados para abusar de ellos.

Por cierto Lot se negó, y les ofreció a cambio sus dos hijas vírgenes, para que se saciaran con ellas. La turba no aceptó e intentó romper la puerta, pero los dos invitados cegaron a los asaltantes.

«Lot salió de la casa y se dirigió hacia ellos, cerrando la puerta detrás de sí, y les dijo: “Les ruego, hermanos míos, que no cometan semejante maldad. Miren, tengo dos hijas que todavía son vírgenes. Se las voy a traer para que ustedes hagan con ellas lo que quieran, pero dejen tranquilos a estos hombres que han confiado en mi hospitalidad.” 
Pero ellos le respondieron: “¡Quítate de en medio! ¡Eres un forastero y ya quieres actuar como juez! Ahora te trataremos a ti peor que a ellos.” Lo empujaron violentamente y se disponían a romper la puerta» Génesis.

Después dijeron a Lot que sacara a su familia de la ciudad. Lot avisó a sus yernos, pero estos creyeron que bromeaba, así que Lot marchó solo con su esposa y sus hijas. 

Los ángeles, antes de retirarse, instruyeron a Lot que pasara lo que pasara no se volviesen a mirar, puesto que quien lo hicies perecería.

Una vez los ángeles hubieran sacado de Sodoma a la familia, Dios envió una lluvia de fuego y azufre que incineró completamente la ciudad con sus habitantes, así como otras ciudades de la llanura (al menos cuatro de las cinco). Uno de los que acompañaba a Lot en la huida, su mujer, se dio vuelta para mirar, y se convirtió en sal, pereciendo tal como se le había indicado a Lot.

El tío de Lot, Abraham, desde una montaña a lo lejos, vio la columna de humo que se levantó sobre la destruida Sodoma.

En Deuteronomio 29:23 se señala que conjuntamente con estas ciudades, también se destruyeron Adma y Zeboím.

Lot se refugió en Zoar, pero teniendo temor de Dios por la suerte de esta ciudad, prefirió refugiarse en una cueva con toda su descendencia.

Otros libros de la Biblia utilizan este pasaje de la historia de Sodoma como ejemplo de cómo los pecadores son castigados.

Como herencia de la cultura judeocristiana, en varios idiomas occidentales se utiliza el gentilicio «sodomita» para designar a quienes practican la homosexualidad.

Aunque esas definiciones son modernas, en la Antigüedad tales prácticas tenían otra connotación que podrían estar relacionadas con la falta de amor al prójimo.

Un pasaje del profeta Ezequiel deja entrever esta connotación:

«He aquí que esta fue la maldad de Sodoma tu hermana: soberbia, saciedad de pan, y abundancia de ociosidad tuvieron ella y sus hijas; y no tendió la mano al afligido y al mendigo. Y se llenaron de soberbia y abominaron de mi Ley.» Ezequiel 16:49-50

Al estudiar los versículos de la Biblia referidos al tema se deduce que, para el autor, los habitantes de Sodoma y Gomorra habían traspasado los límites aceptados por la cultura israelita en materia sexual y de relaciones humanas; por lo tanto, estas prácticas se consideraban abominables para Yahvé. 
Los comentaristas sostienen, apoyados en el texto, que Yahvé mantenía a Lot en ese lugar con la misión de revertir estas conductas mediante exhortaciones, dado que Lot no pertenecía a ese asentamiento pues había llegado a situarse en las puertas de la ciudad. Su prédica, según estos comentarios, no tuvo éxito.

Cabe señalar que este acontecimiento, el de Sodoma y Gomorra, caló tan hondo en la tradición judaica, que en el Nuevo Testamento aún se le hace referencia como sinónimo de perversión.

La tradición popular sostiene que la razón del castigo era la práctica de la homosexualidad (por lo menos masculina) por parte de los sodomitas, la cual pasó a llamarse sodomía. Otros lugares de la Biblia donde se apunta a esta práctica sexual son Judas 1:7 y 2Pedro 2:1-22, 1Corintios 6:9-13 en el Nuevo Testamento.

Sodoma es mencionada expresamente 46 veces en la Biblia (la primera en Génesis, y la última en Apocalipsis 11:8), y representa la perversión humana en muchas formas. Fueron parte de un jardín antes de ser destruidas (Génesis), luego de lo cual serán referencias típicas de ciudades de malvados (Génesis, Deuteronomio 32:32, 2Pedro 2:6), y no solamente por la homosexualidad de sus habitantes, sino por muchas cosas, comenzando por el descaro de ufanarse de sus pecados (Isaías).

En Judas, versículo 7, se arroja luz sobre el tema:

«-Como Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, las cuales de la misma manera que aquellos habiendo fornicado e ido en pos de vicios en contra de la naturaleza, fueron puestas por ejemplo, sufriendo castigo de fuego eterno.» Judas 1;7

En la Italia de fines del Renacimiento, al pintor Giovanni Antonio Bazzi (1477-1549), le llamaban Il Sodoma ('el sodomita' u homosexual).

Los estudiosos consideran al relato bíblico de la destrucción de Sodoma como un mito etiológico y moral incorporado en el texto del Génesis. 
Algunos investigadores aficionados, sin embargo, sostienen que hubo un hecho real que dio origen a esta historia. 

Mark Hempsell, profesor de aeronáutica de la Universidad de Bristol, en el Reino Unido, asegura que el relato se inspira en un desastre natural que asoló la región en el cuarto milenio a. C. 
Según Hempsell, una tablilla asiria del siglo VII a. C. conservada en el Museo Británico reproduce un antiguo texto sumerio en el que se describe la caída de un meteorito. 
Hempsell ha calculado que el bólido impactó cerca de Koefels, en Austria, el 29 de junio de 3123 a. C. El fenómeno generó una columna de llamas que tocó tierra en algún lugar próximo al Sinaí, quizá sobre ambas urbes, que podrían haberse alzado no lejos del mar Muerto.

En 1989, el aficionado Ron Wyatt dijo haber hallado los vestigios de dos ciudades convertidas en cenizas en la margen occidental del mar Muerto; una de ellas al pie de Masada y la otra al pie del monte Sodoma. 
Según su testimonio, Wyatt encontró en estas ruinas cimientos de edificios y otras estructuras, así como restos de cerámica, enterrados por la ceniza. 
Expresó, además, que había suelos de habitación identificables, calles interconectadas, ziggurats y una esfinge, todo dentro de una muralla tradicional de adobe con zócalo de piedra y contrafuertes, propios de una ciudad antigua, a la cual dató a principios de la Edad del Bronce (hacia 3300 a. C.). 
Según su propia investigación estas ciudades fueron destruidas hace 3900 años por un incendio catastrófico cuyas causas pudieron deberse a la concurrencia de fuertes terremotos, posibles corrimientos de tierra hacia el lago y la liberación explosiva del material inflamable de subsuelo, que en contacto con el fuego de los hogares incendiaría las viviendas.​ 

NO obstante, Wyatt no es considerado un verdadero arqueólogo, no tuvo nunca permisos para excavar y su credibilidad ha sido puesta en dudas tanto por el Autoridad de Antigüedades de Israel​ como por el portal fundamentalista Answers in Genesis​. 

El investigador Phillip Silvia de la Universidad Trinity Southwest (Albuquerque Nuevo México) sostiene haber hallado evidencias de una onda de calor desatada por una explosión en el cielo, probablemente un meteorito, que destruyó ciudades y asentamientos agrícolas al norte del Mar Muerto hace unos 3700 años.
En el asentamiento jordano de Tall el-Hammam, de la Edad de Bronce, la datación por radiocarbono indica que las paredes de adobe de casi todas las estructuras desaparecieron repentinamente hace unos 3700 años, dejando solo cimientos de piedra.


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