miércoles, noviembre 04, 2009

San Carlos Borromeo, cuatro de noviembre.


Hoy transcurre el día de mi santo.

Más interesado desde hace muchos años por los aspectos científicos del estudio de la Sábana de Turín que por los históricos e iconográficos, no he conocido hasta época relativamente reciente el papel que jugó "mi" santo en la historia de la Sábana, por la que sentía gran veneración.

Nacido en 1538 , segundo hijo del conde Gilberto Borromeo y de María de Médicis, murió en Milán en 1584.

Su cuerpo incorrupto se conserva en la Catedral de Milán, en caja de plata regalo de Felipe IV de España. Fue canonizado en 1610.

Ejerció una poderosa influencia en la aplicación de la Contra-Reforma.

Arzobispo de Milán, su carácter de abnegación y entrega heroica quedó bien patente en su actuación ante la epidemia de peste que asoló Milán en 1576.

Leemos en Wikipedia:

"Borromeo, que se encontraba fuera de la ciudad, al saber la noticia aceleró la vuelta para tomar las medidas oportunas. Los lazaretos rebosaban ya de apestados, a los que faltaban no sólo los auxilios materiales, sino también los espirituales.

El arzobispo comprendió cuál era su deber. Hizo pedir limosna por la ciudad y de su patrimonio vendió los objetos preciosos que le quedaban. Incluso cedió las colgaduras de su palacio para hacer vestidos.

Dormía escasamente dos horas para poder acudir personalmente a todas partes, visitaba todos los barrios alentando el ánimo de los que desfallecían, administraba él mismo los últimos sacramentos a los sacerdotes que sucumbían en aquella obra de caridad. Despreció el peligro de contagio, y ordenó un triduo de oraciones públicas y procesiones.

Pero la peste siguió en aumento durante el otoño y todo el año siguiente de 1577. Hasta el 20 de enero de 1578 no se declaró su extinción. Por su extraordinaria conducta durante la peste, aquella dura prueba se denominó la peste de San Carlos".

El arzobispo Carlos Borromeo hizo la promesa, si terminaba la epidemia, de peregrinar, ir caminando para venerar la Sábana Santa al lugar donde se encontraba, la Santa Capilla de Chambery.

Finalizada la epidemia en enero de 1578, escribió sobre su intención al Duque Manuel Filiberto, quien para ahorrarle el tener que atravesar los Alpes decidió trasladar la Sábana a Turín

Nos cuenta A. Rodríguez-Saldaña en su precioso artículo la "La Síndone llega a Turín" :

http://www.lasabanasanta.org

"Tras caminar durante 4 días (la mitad de ellos bajo la lluvia) los 150 Km que separan Milán de Turín, San Carlos Borromeo alcanzó la ciudad turinesa el 10 de octubre de 1578 acompañado por el cortejo inicial de 14 sacerdotes y familiares, al que se le unió desde Vercelli una comitiva enviada por el Duque Manuel Filiberto, siendo recibido con honores y devoción en la puerta Palatina de Turín por el Duque, su hijo Carlos Manuel I, otros señores y miembros de la curia turinesa. A continuación fue conducido a la Capilla de San Lorenzo donde oró frente a la urna que contenía el Lienzo.

Al día siguiente, la Sábana fue trasladada a la catedral donde se llevó a cabo la ostensión que permitió a San Carlos Borromeo cumplir su promesa."

Y allí, en Turín, se quedaría hasta el día de hoy.

Mis felicitaciones a todos los lectores.....pero especialmente a los "Carlos".

1 comentario:

Otro Victor dijo...

Muy emotivo.