jueves, marzo 29, 2012

Sobre el espacio de Destot y algunas cosas más. (2)

Cuando se establece el debate “clavo atravesando la palma de la mano vs. clavo atravesando la muñeca”, puesto que el atravesar la mano para clavarla en el madero implica forzosamente traspasar la estructura ósea y ello es por tanto definitorio, conviene tener en cuenta que la nomenclatura “vulgar” o popular, la anatómica ósea y la anatómica con las partes blandas (tal y como apreciamos a simple vista la mano) no son exactamente superponibles.









Como observamos en estas imágenes en las que se aprecia tanto el esqueleto como las partes blandas, la palma de la mano comprende huesos del carpo, los cinco metacarpianos y parte de las falanges de los dedos a excepción del pulgar.


Al igual que observamos que la muñeca comprende los huesos del carpo, su articulación con los metacarpianos de un extremo y su articulación con el radio del otro extremo.


Así que si nos referimos a la palma en un debate sobre crucifixión queremos referirnos a la plena palma ó al medio de la palma, que es el territorio de los metacarpianos, y si nos referimos a muñeca lo estamos haciendo al territorio de los huesos carpianos y sus articulaciones.


El debate debiera ser pues “clavo atravesando los huesos metacarpianos vs. clavo atravesando los huesos carpianos”.


Pierre Barbet deja claro desde las primeras líneas de su trabajo que rechaza la presencia “en pleine paume les clous du Crucifié” (“en plena palma los clavos del Crucificado”) y afirma que “les clous sont exactement dans le pli de flexion du poignet, les pouces en opposition dans les paumes et légère flexion” ( “los clavos están exactamente en el pliegue de flexion de la muñeca, los pulgares en oposición en las palmas y ligera flexión”).


El pliegue de flexión de la muñeca se corresponde con la proyección sobre la superficie palmar de la articulación entre la primera y segunda fila de los huesos del carpo .


En tanto que Barbet define claramente su propuesta, Zugibe  “juega” con las terminologías, la “vulgar”, la anatómica ósea y la anatómica con las partes blandas.


Zugibe establece dos puntos probables de entrada del clavo, pero se decide claramente para introducir el clavo por uno de ellos que sitúa  en lo que él denomina “la parte superior de la palma de la mano…..NO EL MEDIO  DE LA PALMA” y luego atravesar el esqueleto de la mano por una articulación carpo-metacarpiana, la del metacarpiano II con los huesos grande y trapezoide.


“The upper part of the palm of the hand ... NOT THE MIDDLE OF THE PALM” (las mayúsculas en negritas son de Zugibe, no mías).


Nos muestra dos fotografías, que yo he colocado juntas, como si formaran parte de una similar maniobra para atravesar la mano utilizando un clavo y una aguja.






En la fotografía de la izquierda la posición del clavo forma un ángulo de aproximadamente 20 grados  con respecto a la vertical sobre el eje brazo-mano.


En la fotografía de la derecha la aguja que traspasa la mano forma un ángulo de aproximadamente 45 grados con respecto a la vertical sobre el eje brazo mano.


Pincha las partes blandas con el clavo cercano a la vertical en la zona de la palma fronteriza a la muñeca para inclinarlo después 45 grados (lo muestra con una aguja y no con el clavo) y atravesar el esqueleto de la mano en el territorio de la muñeca.


Es una maniobra de “clavar”completamente absurda.


A Zugibe le parece sin embargo como la más pausible por una serie de razones a cual más ambigua a mi parecer.


Veamos sus “razones”:
  1. “The palm region is the location most Christians across the centuries perceived the wound to be”.
  2. The path through the upper palm is very strong and anatomically sound.
  3. The path ends exactly where the shroud shows the wound image.
  4. In the ancient literature, Lipsius and other authors and painters and sculptors related and depicted the hands that were transfixed in crucifixion.
  5. Fifthly, it assures that no bones are broken in accord with Exodus 12:46 and Numbers 9:12.
  6. Sixthly, it explains the apparent lengthening of the fingers of the Turin Shroud because of nail compression at this area.
  7. Lastly, it is where most of the stigmatists( prior to Dr. Barbet’s book ) like St. Francis of Assisi, Padre Pio, Theresa of Konnersruth, St. Catherine of Sienna, Catherine of Ricci, Louise Lateau, etc. have displayed their wounds throughout the centuries.
Comentemos sus “razones” :


1.- La palma de la mano es en efecto la región por la cual durante siglos se ha “creído” que fue atravesada por el clavo la mano de Jesús, pero a Zugibe se le olvidó puntualizar que era el MEDIO de la palma de la mano ese sitio “creído” durante siglos y no la zona por él propuesta como “upper part of the palm”. El lector puede entretenerse en ver algo más de doscientas crucifixiones que mantienen lo que digo.
http://www.artbible.net/3JC/-Mat-27,32_Crucifixion/index.html
Ese primera “razón” que esgrime Zugibe no es favorable precisamente a su propia teoría……..


2.- El paso del clavo entre el metacarpiano II y los huesos grande y trapezoide probablemente pudiera soportar el peso del crucificado, al igual que lo soportarían en las otras teorías.


3.- Afirma Zugibe que el punto de salida del clavo, en el dorso de la mano, es EXACTAMENTE el que observamos en la Sábana. Esa afirmación no puede mantenerse pues NO conocemos EXACTAMENTE ese punto de salida del clavo.


4.- La mano siempre ha comprendido anatómicamente el carpo, el metacarpo y los dedos, en los tiempos de Lisipo al igual que ahora, por lo que esa cuarta “razón” no tiene ningún sentido.


5.- La no rotura de los huesos, en caso de que así fuera pues Zugibe atraviesa con una aguja gruesa pero no con un clavo cuadrado de 8 mm de sección,  sería igualmente concordante con cualquiera de las otras teorías propuestas.


6.- Es posible que un clavo como los supuestos utilizados en la crucifixión provocara un aparente aumento de la longitud de los dedos, pero ello sería común a cualquiera de las teorías propuestas por la enorme dislocación (descolocación) de las estructuras óseas, agravada aún mucho más por el peso del cuerpo y los esfuerzos respiratorios.


[ Aunque, y pese a ello, como mostraré de manera muy sencilla en otro post, los dedos TAL Y COMO se muestran en la Sábana Santa NO están alargados sino, muy por el contrario, están APARENTEMENTE acortados…….]


7.-En cuanto a su última “razón”, que haya sido el sitio en que muchos de los “estigmatizados” mostraran sus heridas, Zugibe “remite” al libro de Barbet pero “omite” lo que el cirujano francés escribe sobre cúal era el pensamiento sobre la topografía del punto de entrada del clavo de una gran estigmatizada como Theresa of Konnersruth (Teresa Newman):


“No creo que Nuestro Señor fuera clavado en las palmas donde tengo mis estigmas. Estas marcas tienen un significado místico. Jesús debió ser fijado más sólidamente sobre la Cruz.” Teresa Newman.







A lo que añado que el más importante quizás de los estigmatizados tras San Francisco de Asís, el Padre Pío de Pietrelcina elevado a los altares el 16 de Junio del 2002 bajo el nombre de San Pío de Pietrelcina, a la pregunta de por qué la herida del costado estaba en sitio diferente al atribuido a dicha herida en el Señor, respondía:




"Sería demasiado si fuera exactamente parecida a la del Señor". "Prophet of the people". Dorothy Gaudiose. Alba House. NY,NY.1977. p..63



Creo que los estigmas, tema enormemente complejo y enormemente confuso, deben considerarse en principio, y en lo que respecta a los denominados estigmas “espontáneos”, como símbolos místicos sin pretender considerar en ellos un valor “topográfico”.


Ya que Zugibe en el inicio de su trabajo hace suyas las palabras de Father Weyland: 
Conjeturas y teorías no respaldadas por experimentos realistas siempre me han dejado frío", debiera haber realizado al menos una mínima experimentación.
No es así

En definitiva la teoría del patólogo forense Frederick T. Zugibe, además de confusa y carente de soporte experimental, parece la menos convincente de las tres que he expuesto

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25-2-2015
Punto de salida del clavo,aproximadamente, en el dorso de una mano normal y siguiendo a Barbet, con ocasión de un debate en el que se proponen otros tres puntos distintos


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